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miércoles, 13 de noviembre de 2019

El riesgo de hacer obras públicas de desague y saneamiento

El riesgo de hacer obras publicas de desagüe y saneamiento en localidades serranas con sistemas inadecuados o incompletos próximos a cursos de agua naturales de características extraordinarias
Dentro de las obras de desagüe y saneamiento encontramos los cordones cuenta y adoquinado como los que se viene ejecutando en Punilla Sur y los desagües cloacales domiciliarios proyectados, cuya primera etapa son las Plantas de bombeo para esta región, que serán debatidas en la Audiencia Publica en Diciembre próximo. (ver Boletín Oficial de la Pcia. de Cba.).
Con la ejecución de cordón cuneta y adoquinado se modifica el escurrimiento de las aguas pluviales de la vía pública y las aguas que se arrojan por los conductos pluviales domiciliarios. Estas últimas producto de la evacuación pluvial de estos predios privados y de aguas servidas proveniente de lavado de pisos y solados de viviendas y establecimientos comerciales, vehículos, y otras instalaciones. En ambos sectores estas aguas arrastran los elementos contaminantes sólidos y líquidos inherentes a las actividades humanas.
Con estas obras, se acelera el escurrimiento a través de las mencionadas conducciones impermeables, realizan una concentración de dichos productos contaminantes e impiden la infiltración, esparcimiento y degradación natural en el terreno.
En cambio, en el escurrimiento en terreno natural, al estar atomizado en aéreas grandes materializadas por los recorridos por terrenos permeables, se favorece la dilución y difusión del mismo permitiendo la acción de los microorganismos naturales para transformar beneficiosamente aquellos contaminantes.
En el caso de sectores en que la densidad poblacional y el aumento de las actividades humanas amerita la elección de la construcción de cordón cuneta y adoquinado, las mismas obligatoriamente deben ir acompañadas de obras complementarias para el tratamiento de esas aguas concentradas antes de ser derramadas a los cursos de agua. Obras espaciales como cámaras de rejas, reductores de velocidad, decantadores, retardadores, filtros u otros deberían construirse donde los ríos y arroyos tiene tan especiales y apreciadas características naturales de cristalinidad y pureza.
En el caso de los desechos cloacales domiciliarios de viviendas y establecimientos comerciales ocurre algo parecido con las conducciones por redes, la concentración de los efluentes, el bombeo y posterior tratamiento para luego de tratado ser devuelto al medio natural.
Para localidades con grandes aéreas de terreno y poca densidad poblacional se realiza el tratamiento de esos líquidos en forma individual en el predio de cada unidad de vivienda, estos tratamientos debidamente controlados tanto técnica como normativamente, dan resultados más que adecuados para eliminación de contaminantes y así evitar la degradación del subsuelo y las aguas subterráneas y superficiales naturales cercanas.
El fundamento es el mismo que el anterior, estos sistemas individuales atomizados en grandes superficies de terreno de infiltración, evitan la peligrosa concentración de altos volúmenes de aguas cloacales crudas.
Cuando por densidad demográfica es inevitable la gestión con concentración de grandes volúmenes, como son las que resultan de las obras públicas de desagües de líquidos cloacales, estos requiere una altísima eficiencia y cuidado para su conducción, transporte, acumulación, tratamiento y posterior devolución a los medios naturales.
La eficiencia antedicha se refiere tanto, en la elección de los proyectos, su ejecución, su puesta en funcionamiento, su mantenimiento, su monitoreo de evolución permanente, la vigilancia de los actores internos como externos que pudieran ocasionar deterioros, cortes de suministro eléctrico, actos de vandalismo, o negligencia en su operación que pudieran ocasionar derrames accidentales en alguna de las etapas antes mencionadas.
Estos accidentes ambientales en el caso de estas poblaciones serian fatales por las características tan especiales de los cursos naturales de agua.
Los responsables a nivel dirigencial de Estado deben prestar atención a que la obra pública no solo sirve para la instantaneidad de la foto o la campaña electoral, en estos casos tan especiales deberán ser muy rigurosos en cuanto al poder de policía para exigir que los actores cumplan con sus respectivas funciones y ser muy conscientes que sus decisiones pueden hipotecar con impactos ambientales indeseados el futuro de estas localidades.
A estas poblaciones sin las maravillas naturales que tienen, nadie las eligirá como destino turístico o como lugar de residencia. Hay muchos ejemplos en nuestra provincia de localidades que fueron y ya nos son, la decadencia las destruyo, procuremos para que no suceda aquí.
Tendría que haber una responsabilidad penal ante el atentado que significa que obras de saneamiento público, por su deficiente funcionamiento, derramen agua cruda al lecho natural de un acuífero.

La meta no es “no dejar hacer” las obras que permiten confort, modernización y progreso pero si es, velar para que el “hacer” sea el indicado para mantener las tan valiosas características naturales lo más posible.

Alejandro Belbruno
Ing. Civil
Vecino de Icho Cruz

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